Machacamos en un mortero los ajos, el orégano, el comino y el pimentón.
Diluimos esta mezcla con el agua y el vinagre
Sazonamos con un poco de sal
Cortamos el pescado en trozos y lo dejamos macerar en el adobo que hemos preparado anteriormente durante 10 horas. Dándole vueltas de vez en cuando para que impregne mejor.
Calentar una sartén a fuego bajo-medio y añadir el aceite.
Añadir las cebollas y remover para que se impregnen bien con el aceite.
Vigilar cada 5-10 minutos.
Rectificar de sal si es preciso.
Las cebollas empezaran a ponerse transparentes.
Añadirles el vino, remover y dejarlo reducir.
Espolvorea el azúcar y remover.
Si no vas a usarlas ahora mismo, déjalas enfriar en la sartén y luego guárdalas en un tupper. Pueden estar como una semana en la nevera. Se pueden congelar durante 3 meses.
Lavar los mejillones en varias aguas y limpiarlos concienzudamente.
Poner los mejillones en un cazo con agua y sal y cocer hasta que estén abiertos.
Calentar el aceite en una sartén. Añadir la cebolla y freírla unos 3 min, agregar el ajo y freír hasta que la cebolla esté transparente. Añadir los tomates, el zumo de limón y hervir. Cocer 3min. Sazonar con pimienta negra.
Escurrir los mejillones y poner la salsa sobre ellos. Servir adornados con el perejil.